Mitos recurrentes sobre el Trastorno de Personalidad Límite. Parte 2 de 2

No hay una patología mental mucho más calumniada y malinterpretada que el TLP.

Debemos abogar para desvanecer los mitos que hicieron del TLP la “lepra” de las anomalías de la salud siquiátricas.

No hay una patología mental mucho más calumniada y tan equivocadamente malinterpretada que el Trastorno de Personalidad Límite. Hace ahora ciertos años, en el momento en que los siquiatras comenzaban su trayectoria clínica, se les advertía “sostenerse apartados de los pacientes con TLP.”

En ese entonces, la patología era conocida primordialmente en las mujeres y llevaba consigo una reputación descaradamente estigmatizante. Sacar este trastorno de la obscuridad debió haber ocurrido ya hace un buen tiempo.

Los individuos y las familias que viven con la patología meritan información actualizada y adecuada y todos tenemos que abogar para desvanecer los mitos que hicieron del Trastorno de Personalidad Límite la “lepra” de las anomalías de la salud siquiátricas.

Mito 5. El TLP es culpa de unos pésimos progenitores.

Varios expertos de la salud acostumbraban a meditar que el TLP era provocado por una mala relación de los pacientes con su madre a lo largo de la primera niñez. En verdad, hubo una inclinación durante los campos de la psicología y psiquiatría que culpaba a las mamás de varios inconvenientes expertos por los pequeños.

Si bien esta falacia de “mala madre” fué corregida en muchas áreas de la psicología, aún hoy día persiste la creencia de que el TLP es provocado por el trato abusivo, negligente o por una mala crianza.

En verdad, la mayor parte de personas con TLP no tienen un historial de abuso. Lo mismo se aplica a la desidia. Si bien entendemos que el abandono incrementa el peligro de TLP y que se encuentra dentro de las probables causas, no todo el planeta que adolece del Trastorno de Personalidad Límite fue descuidado por sus progenitores.

En consecuencia, la experiencia de una mala relación con los progenitores de uno, no es que se requiere para el avance del TLP. Hay otros muchos componentes que conducen al TLP que no tienen relación con el abuso.

Mito 6. La gente con TLP son irracionales y están locos.

Este mito no podía estar mucho más lejos de la realidad. La gente con TLP padecen de bastante mal y luchan con conmuevas profundas y apabullantes. En ocasiones, esta pelea acaba por agotarlos, conduciéndolos a realizar o decir cosas en un intento atormentado para sentirse mejor. Más allá de que es muy habitual que después se arrepientan, en el instante estas acciones les dan el muy preciso alivio del profundo mal sensible. Estos hábitos no son verdaderamente ni locos ni irracionales.

Precisamente, hacen su mejor esfuerzo para agradar estas pretensiones a corto plazo. El inconveniente es que estos hábitos autodestructivos tienen graves desventajas en el largo período.

Si bien varios de los pensamientos que tienen la gente con TLP tienen la posibilidad de semejarles irracionales a el resto, de todos modos son bastante entendibles y razonables. La gente con TLP habitualmente tienen pensamientos y temores de que el resto los rechacen o abandonen. Asimismo tienen la posibilidad de sentir tal y como si otra gente deliberadamente fuesen a ocasionarles daño.

Posiblemente estos pensamientos y evaluaciones de los TLP no sean precisos en el presente, pero podrían haber existido en algún momento anteriormente. Esto es, los pensamientos no brotan de la nada. Nuestra forma de meditar, de qué forma valoramos las ocasiones o hábitos del resto y de qué manera nos observamos a nosotros tienen su origen en nuestras vivencias de la vida. Bastante gente con TLP estuvieron en ocasiones reales de abandono o rechazo.

Como resultado, son naturales las esperanzas de este accionar en otra gente. Estas esperanzas son la forma natural de nuestro cuerpo de prepararse y protegerse de ciertos desenlaces negativos. La visualización de estos pensamientos como irracionales desecha visto que están basados en vivencias de la multitud, y no reconoce las vivencias de vida de manera frecuente socias con el trastorno, así como el abuso, abandono, rechazo etcétera.

En verdad, los pensamientos de la gente con TLP van a ser muy entendibles en el momento en que empieze a tomar en consideración su procedencia.

Mito 7. El TLP solo está en las mujeres.

En un nivel básico, esta iniciativa sencillamente no es alguna. Hombres tienen la posibilidad de y desarrollan el Trastorno de Personalidad Límite. En verdad, la investigación recomienda que los hombres con TLP tienen exactamente los mismos inconvenientes y luchas como las mujeres TLP y que el trastorno tiene exactamente el mismo aspecto en los dos géneros.

No obstante, más allá de que entendemos que los hombres tienen la posibilidad de tener TLP, es asimismo el en el caso de que el TLP se diagnostica con considerablemente más continuidad en las mujeres, precisamente tres ocasiones mucho más en verdad. No entendemos por qué razón es la situacion. No obstante, hay unos cuantos causas por qué razón las mujeres tienen la posibilidad de ser diagnosticadas con TLP mucho más que los hombres.

Una viable explicación está relacionada con la manera de educar a los pequeños y las pequeñas. Por el hecho de que en la niñez se enseña que el ser sensible, expresar los sentimientos y depender de las relaciones es propio de las pequeñas. Los pequeños tienen la posibilidad de expresar sus conmuevas o reaccionar frente su angustia en formas que no son iguales de los socios con el Trastorno de Personalidad Límite, resultando en un diagnóstico diferente.

Otra explicación viable es que los médicos tienen mucho más posibilidades de hacer un diagnostico a las mujeres con TLP y a los hombres con otros trastornos, como el Trastorno de Personalidad Antisocial, sencillamente gracias a los estereotipos de género. Ya que los médicos suponen que el TLP es más habitual entre las mujeres, tienen la posibilidad de apreciarlo mucho más de manera frecuente en las mujeres y no apreciarlo en los hombres.

De la misma forma, por el hecho de que el TLP tiene peculiaridades que son mucho más admisibles en la sociedad de la cual formamos parte en las mujeres que en los hombres, por servirnos de un ejemplo, ser sensible y confiar en las relaciones, los médicos tienen la posibilidad de opinar que este es un trastorno que se restringe a las mujeres, y tienen la posibilidad de pasar por prominente el no hacer ni caso en los hombres.

Resumen

En el presente artículo, desafiamos y desmentimos ciertos mitos y conceptos recurrentes errados en relación al TLP. Como es natural, esto no es una lista intensa y hay probablemente considerablemente más mitos. La investigación sobre TLP medra cada día, y poseemos una mucha mejor entendimiento de esta patología el día de hoy, que la que teníamos hace cinco o diez años atrás. Desgraciadamente, no obstante, pese a esta entendimiento, bastante de estos mitos persisten y incrementan el nivel de estigma asociado al TLP.

seguramente algo mucho más esenciales para rememorar al meditar en el TLP, es que es un trastorno muy humano. En esencia no es malicia, disparidad, irracionalidad o desprecio por el resto. En su rincón, el TLP es un trastorno que se deriva en buena medida comprensible, si bien en ocasiones equivocadas, de procurar agradar las pretensiones humanas básicas.

Solo que de manera continua desacreditemos los mitos sobre esta patología y aprendamos sobre sus verdaderas causas y peculiaridades, va a mejorar la percepción popular del TLP y va a aumentar nuestra entendimiento de la mejor forma de asistir a quienes luchan con este trastorno.