¿Cómo se elabora un mapa conceptual? Los mapas conceptuales son la técnica por excelencia para generar ideas y aprenderlas a través de una estructura, además se aprende a comunicar ciertas ideas y conceptos al gestionar la información de forma organizada y sistemática.
Con esta técnica, el aprendizaje se vuelve mucho más sencillo debido al alto impacto visual que se obtiene al realizarlos, en adición a esto, también hay otros beneficios que se pueden aprovechar al enseñar desde una edad temprana la realización de mapas conceptuales para la comprensión, esto es que ayuda a mejorar la memoria visual más allá que la repetitiva, desarrolla la creatividad, efectiviza los procesos de aprendizaje, mejora la comprensión y genera un pensamiento crítico, lógico y sistemático al momento de absorber la nueva información, realizando un proceso comunicativo de alto nivel significativo y simbólico que utiliza el conocimiento previo del educando de forma relacional, haciendo que los conceptos sean mucho mejor aprehendidos.
Pero, para que todos estos beneficios en realidad desplieguen todo su potencial, se debe elaborar un buen mapa conceptual de forma sistemática y ordenada a través de parámetros lógicos que permitan una buena jerarquización y disposición de las ideas y proposiciones que allí se expongan. Como se puede observar en el gráfico de un ejemplo de mapa conceptual rudimentario.
Pasos para hacer un mapa conceptual
Esta pretende ser una guía explicativa de algunos pasos para realizar un mapa conceptual de la forma más correcta posible, sin embargo, una vez que se tenga práctica al realizar esta técnica, lo más probable es que todo este proceso surja de forma natural y hasta parezca un solo paso, en lugar de estar dividido en varios. Aunque, es muy importante realizarlos todos para poder obtener un resultado óptimo frente al aprendizaje de estos nuevos conceptos.
1. En primer lugar, se debe escoger bien el texto que se va a utilizar, a través de la investigación o la ayuda de una persona que ya conozca sobre el tema. Cuando ya se tiene el texto o se ha asignado un material de lectura específico, se debe identificar las palabras clave de dicho texto, palabras que sean relevantes al tema y que tengan un peso bastante importante en el desarrollo de la idea.
2. Luego, conviene una segunda lectura que permita subrayar las palabras o pequeñas frases para luego reducirlas y anotarlas para futuras referencias. En este paso, quizás la lectura sea mucho más rápida, ya que en un primer vistazo ya se puede tener una idea bastante general sobre el tema. Es también importante dar una segunda revisión a la lista de palabras clave para estar seguros de que, ciertamente, son relevantes para la construcción del mapa conceptual y tratar de reducir las frases a su mínima expresión. Aunque en ocasiones se puede admitir la inclusión de una proposición larga, lo mejor sería dar importancia a los textos mínimos y, si es necesario, dividirlos en partes para usar un conector entre estas y así aumentar el impacto visual.
3. Cuando hayas comprendido todo el tema, el siguiente paso es identificarlo. Es decir, que debes encontrar la palabra o frase que será la parte central del mapa conceptual. Y escribirlo en la parte más relevante de tu mapa. Si se trata de un mapa conceptual tipo araña, debes ubicarlo en el centro, pero si se trata de un mapa conceptual jerárquico, entonces debes ubicarlo en la parte superior, y así con cualquier tipo de mapa que se esté usando. La idea central será tu punto de inicio en la construcción efectiva del mapa conceptual.
4. Ahora, volvamos a la lista de palabras clave. Esta debe ser lo más extensa posible, pero al mismo tiempo, lo más relevante también. Esto se hace para poder estraer y categorizar las palabras en temas, subtemas y subtemas de segundo nivel, tercer nivel, cuarto nivel, etcétera. Identificarlos también llevará a clasificarlos según su temática para poder dividirlos, los subtemas también tienen sus propias palabras claves que pueden pertenecerles o estar relacionadas entre sí.
5. A continuación, se debe usar los conectores para relacionar los elementos que existen en el mapa conceptual, de forma jerárquica o relacional. Los conectores no solo son líneas o flechas, son palabras que sirven de nexo para comprender cuál es la relación que existe entre las proposiciones. Algunos ejemplos de conectores son: “demuestra”, “sirve para”, “desarrolla”, “impide”, la lista es virtualmente infinita. Se debe encontrar el nexo entre las categorías para poder conectarlas.
6. Repite los dos últimos pasos para los siguientes niveles o categorías que tenga tu mapa conceptual. Puede tener tantos como se desee, pero siempre hay que tratar de complejizarlo demasiado para mantener una coherencia y una lectura de alto nivel comprensivo.
Ahora ya sabes cómo se elabora un mapa conceptual.