Terapia de lenguaje de la tartamudez

Índice de contenido

Terapia de lenguaje de la tartamudez

Terapia de lenguaje de la tartamudez, el cantar, susurrar, soplar, silbar, hablar con ruido en los oídos, sincronizar la pronunciación con la respiración… son algunos de los tratamientos más comunes para superar la tartamudez logrando que se tenga un habla más fluida.

Entonces existen infinidad de técnicas para dejar de tartamudear, ellos tienen como objeto seguir ciertos patrones de habla fluida a través de una entrenamiento y reforzamiento en la pronunciación correcta de los sonidos y palabras. Sin embargo, no se tienen en cuenta las conductas de aplazar o evitar, lo que también es importante debido a que se tendrá un mejor lenguaje y conocimiento en el desarrollo cognitivo.

Es entonces que el problema no se encuentra en conseguir que la persona tartamuda pronuncie correctamente las palabras, si no que se debe de tener en cuenta la conducta evasiva con la que el paciente intenta evitar su problema, el cual se convierte en la parte fundamental de problema.

Objetivo de la terapia de lenguaje

Es tratar ayudar a la persona tartamuda a desprender de esas respuestas o situaciones que lo llevan a tartamudear y a contra de ello aprender respuestas adaptativas que sean adecuadas.

De plantearse como objetivo eliminar la tartamudez, sería un error seguro ya que todos tenemos un fallo en la fluidez del habla, por lo tanto, también se trata de obtener reacciones diversas ante los fallos de pronunciación de manea que no se dé en aumento la ansiedad y logrando controlar las respuestas alternativas más fluidas en diversas situaciones.

Fases de la terapia de lenguaje

  1. Fase de identificación

En esta etapa la persona explorará e identificará las conductas que lo llevan al tartamudeo, tanto las que son visibles para él como las que se caracteriza en su forma particular de hablar.

  • Identificar el habla fluida: en esta etapa se comienza haciendo la identificación de que todas las personas tartamudean pero de una manera más fluida y que en algunas ocasiones pude suceder igual, es entonces que dejar de tartamudear en su totalidad es una utopía.
  • Identificar las conductas evasivas: es decir la sustitución de palabras por otras o cambiar el orden de las palabras de las frases, en general evitar aquellas palabras tan difíciles de decir.
  • Identificar las conductas de prolongación: la persona tartamuda usa repeticiones de palabras previas como susurros o aclaración de gargantas. Algunas son propias del paciente o complejas, por lo tanto el tartamudo empezará a darse cuenta de que el problema tal vez no se encuentra en la pronunciación si no en las conductas que se encuentra en su entorno lo que conlleva a la interrupción de fluidez de sus palabras.
  • Identificación señales que se anteponen al tartamudeo: existen señales que sacan aquellas conductas identificadas anteriormente, como la posición de la frase, la historia desagradable, la letra con la que empieza la palabra y otros. Son esos miedos predictores que inducen al fallo común del tartamudeo.
  • Identificación de señales en situaciones: se identifica las situaciones en donde la persona tiende a caer más en el tartamudeo. Puede ser los casos como hablar por teléfono, hablar con desconocidos, pedir favores o simplemente referirse a esas reacciones esperadas.
  • Identificación de señales de raíz: se buscan aquellas palabras de raíz que es el tartamudeo fluido, pronunciación normal. Siendo así que se identificaran los detalles que hacen surgir el tartamudeo, es decir la raíz del bloqueo. Estudiando las características como tirones, temblores, estados de tensión, repeticiones compulsivas de las silabas.
  • Identificación posteriores al tartamudeo: cuando surge el tartamudeo hay ciertas conductas como sacudir la cabeza o mandíbula y hasta exhalar forzadamente el aliento. Además de los sentimientos de frustración, hostilidad y vergüenza.

Fase de desensibilización

En esta etapa se trata de manejar la ansiedad que producen las conductas identificadas empleando las mismas técnicas de otros tratamientos de ansiedad como inundación, aproximaciones sucesivas, desensibilización en vivo y otros.

En general se va a tratar de desensibilizar las ansiedades al hablar y otras emociones negativas que tengan relación con la tartamudez. Siendo así que los fallos de la fluidez verbal no tenga un aumento creciente en la ansiedad, el cual podría empeorar el desempeño verbal.

Los resultados en esta fase a veces pueden resultar espectaculares ya que desaparecerán ciertas conductas notorias del paciente, que hacen que su problema sea más notable.

Fase de modificación

Cuando se han reducido los niveles de ansiedad a un estado equilibrado, se va a tratar de ir ganando control en la pronunciación de palabras y sonidos. Para ello se realizarán variaciones sobre la conducta de anticipación, es decir que se van a crear cambios voluntarios y conscientes, como las posiciones anormales de la boca, el cierre de los labios o ciertos arranques de la mandíbula. Por lo tanto, la persona tartamuda obtendrá una sensación de control sobre el manejo de habla, acabando con esas sensaciones de vergüenza, miedo y frustración.

Luego de propiciar esas sensaciones se comenzará a realizar conductas alternativas cuando se entra en bloqueo, de manera que las palabras salen de una forma fluida aceptada por el tartamudo. Asimismo, se evitarán los cierres de la faringe, las fijaciones de los temblores y de la conducta de repetición.

Finalmente se modifica las conductas preparatorias, debido a que cuando se va a empezar a hablar es esencial hacerlo con una posición adecuada, por ejemplo es imposible pronunciar la letra ‘f’ con la boca abierta. Son este tipo de conductas que se modificarán al último.

Fase de estabilización

En esta última fase de terapia de lenguaje se tratará que la persona tartamuda alcance cierto nivel de habla fluida. Realizando ciertos ejercicios para dejar la tartamudez y aprenda a hablar de manera sintáctica y correcta, optimizando las conductas aprendidas.

Asimismo, aprenderá a manejar ciertas recaídas que pueden darse posteriormente después de la disminución de la tartamudez. Es así que para no traer otra vez el tartamudeo se tiene que hacer un constante trabajo en ejercicios.

Por último, dejar en claro que la tartamudez no es una enfermedad. Es entonces que la persona tiene que integrases ese auto-concepto de que no es tartamudo.