Índice de contenido

Quejarse es un vicio

Quejarse es un vicio, desconéctate de la queja: 4 pasos para lograrlo.

Quejarse es un vicio, bueno intentando expresarnos mejor quejarse es un hábito. Es algo a lo que nos acostumbramos a pesar de que bien mirado no nos aporta ningún beneficio.

¿Qué nos aporta la queja constante?

La única función de la queja es el desahogo, pero un desahogo mal entendido pues realmente la queja en si misma no nos aporta ningún beneficio real.

Para que una queja se transforme en algo positivo, a la vez que uno se queja hay que volverse pro-activo, es decir, pensar y actuar en soluciones que reduzcan ese malestar que estamos expresando.

Es cierto que todos nos quejamos en algún momento de nuestra vida, aunque sólo sea un poco, pues quejarse es algo muy propio de ser humano. Expresar lo que no nos gusta o nos molesta es algo saludable pero siempre que nuestras acciones ante este desagrado que expresamos se dirijan a dar una solución a aquello que nos molesta.

Quejarse por quejarse simplemente es inútil pues sólo logrará que nuestra mente se centre en la negatividad, en la preocupación y en la crítica.

La queja sólo hace que nos posicionemos como víctimas, haciéndonos creer que no tenemos ningún poder para intervenir en nuestro futuro y en los acontecimientos que nos suceden, dejándonos en manos de nuestro destino sin capacidad para cambiarlo.

La queja en si misma sólo conseguirá que nos sintamos decaídos, desprotegidos ante el universo y ansiosos ante lo que pueda acontecer y por supuesto no nos proporciona un proceso de pensamiento válido y adecuado para buscar soluciones a las situaciones que nos molestan y nos inquietan.

De todos es sabido que nos volvemos hábiles, precisos y rápidos en aquello que practicamos habitualmente, entonces ¿por qué no centrarse en practicar ser más resolutivo y positivo?

Cuatro pasos para evitar la queja constante

Aquí te dejo cuatro acciones que tú puedes poner en practica con facilidad para evitar el modo queja constante.

Al principio pueden parecerte muy simples pero te aseguro que a pesar de su facilidad para ponerlas en practica son muy poderosas para ayudarte a cambiar este hábito poco saludable de quejarse porque si.

No evites la queja

Aunque esto te suene paradójico lo importante al principio es ¨darse cuenta¨ de los que nos sucede.

Es un primer paso importante e imprescindible para empezar a cambiar, el ser consciente de que estamos haciendo algo que no nos gusta hacer, en este caso, darnos cuenta de que nos estamos quejando y de cuantas veces al día lo hacemos, esto es necesario porque sólo podemos cambiar aquellos comportamientos de los que somos conscientes.

Así que ponte en marcha y comienza a darte cuenta de cuando estás en modo queja y empieza a pensar qué te aporta esta forma de enfrentarte al mundo.

Comienza a soltar.

Comienza a hacer el esfuerzo, ahora que ya eres consciente, de dejar a un lado todos esos pensamientos negativos que te producen emociones negativas y que te llevan a no actuar o a actuar de forma poco correcta en tu día a día.

¿Qué beneficio te aporta el sentirte mal contigo y con el resto del mundo? ¿te es útil pensar y actuar de esta forma?

Ya sabes, si la respuesta es si no hay porque cambiar nada, puedes continuar con la misma dinámica pero muy probablemente, si eres sincero contigo mismo la respuesta será que no, por tanto lo lógico es que algo que no nos sirve para nada lo mejor es desecharlo y empezar a utilizar otros patrones de pensamiento y conducta que si me sean útiles para mi vida.

Remodela tu actitud

Cuanto mas entrenemos a nuestra mente en ser resolutiva y a centrarse en las características positivas de nuestro alrededor, mas fácil nos será adaptar esta conducta a nuestra vidas, haciéndose posible que después de un tiempo entrenándonos actuemos de esta forma casi sin darnos cuenta.

Pensar en negativo nos provoca emociones negativas y posiblemente una forma de actuar errónea o nos lleve al inmovilismo, lo que nos generará más pensamientos negativos y más emociones negativas haciéndonos sentir fatal durante la mayor parte del tiempo.

Pensar en positivo y ejercitándonos en buscar la parte buena y de aprendizaje que tienen los acontecimientos que nos suceden, hará que nuestras emociones sean menos desagradables y más satisfactorias, provocando en nosotros un mecanismo de actuación mas dispuesto en la búsqueda de conseguir sentirnos mejor durante el mayor tiempo posible y por tanto encaminado a buscar más emociones positivas de modo que adquiriremos una dinámica solucionadora para así lograr sentirnos mejor con nuestra vida.

Adquirimos el papel de protagonistas actuando para conseguir los cambios que nos provocan sentirnos mejor.

Como ejercicio para conseguir este cambio, te propongo que al menos durante un mes, hagas el esfuerzo de anotar en un cuaderno al menos tres cosas positivas de cada situación de la que te hayas quejado.

Al principio te costará encontrarlas pero en cuanto lo pongas en práctica varias veces seguidas seguro que hallarás más de tres beneficios que te puede aportar cada situación.

Sin darte casi cuenta, verás que con la práctica de este ejercicio y el paso de los días has automatizado un patrón de pensamiento diferente y empiezas a ver la vida de forma positiva beneficiándote de esos cambios.

Me gustaría que si pones en practica este ejercicio, dejaras un comentario al final del articulo, haciéndonos participes a nosotras y al resto de lectores de tu experiencia y que nos informes si ha sido positiva y útil para ti.

Agradece

En el momento en que empieces a poner en práctica la gratitud empezaras a darte cuenta de todo lo positivo que tienes en tu vida.

Es cierto que en muchas ocasiones estamos tan acostumbrados a que las cosas sean de una determinada manera que nos pasa desapercibido lo de bueno o positivo que puede haber en un determinado hecho.

Te propongo que todas las noches antes de ir a dormir escribas en un cuaderno especial tres cosas por las que estés agradecido que te hayan ocurrido durante el día; No hace falta que sean grandes logros o grandes acontecimientos , se trata de que te centres en pequeños detalles o simples placeres que has podido vivenciar durante el día.

Por ejemplo: yo hoy estoy agradecida por haber podido descansar unos minutos después de comer, pues es algo que no tengo oportunidad de hacer habitualmente o también me siento agradecida por haber disfrutado de unas fresas rojas y sabrosas como postre que me han proporcionado un momento de placer y goce y como tercera cosa que apunto hoy en mi libreta como motivo de agradecimiento es haber podido disfrutar de la compañía de los míos antes de irme a dormir.

¿Te atreves aprobar tú con este ejercicio? Ya ves que no es muy complicado de realizar y te aseguro que te aportara enormes beneficios.

El día que por cualquier motivo te encuentres más decaído y vuelvas a retomar el hábito de la queja relee tu cuaderno de gratitud y recuerda que cosas te hacen sentir bien y vuelve a ponerlas en práctica verás que fácil te resulta retomar los buenos hábitos que te harán sentirte mejor.

Espero haberte ayudado a darte cuenta que quejarse no es en si mismo algo negativo pero hacerlo de modo constante no te ayuda a llevar la vida plena que tu te mereces.

Si quieres más información y mas ejercicios que te ayuden a desconectar del “Modo queja constante” no dudes en pedirnos ayuda, en paranosotras estaremos a tu disposición para ayudarte en tu proceso de crecimiento personal.