Trabajar en Grupo
En la sociedad moderna se ha producido una dualidad contradictoria, pero que coexiste, como coexisten las fuerzas centrípetas y centrifugas en cualquier objeto, en cualquier persona, en cualquier ser.
Tal dualidad es: el individualismo y el grupo. Siempre existieron, pero en estos tiempos se ha reforzado y potenciado el trabajo en equipo, para darle solución a la complejidad de los avances y problemas que presenta las sociedades modernas y globalizadas.
Quiero analizar éstas dos actitudes, diré mejor, la actitud y actividad del grupo, en la sociedad en la que vivimos y para hacerlo más atractivo, deseo relacionarlo con la creatividad, porque el grupo esencial y sustantivamente está hecho para crear.
Piense el lector en cualquier grupo que se le venga a la memoria, o que bien, quiera crear.
Un equipo o grupo, debe participar de una homogeneidad y de una heterogeneidad que hace posible una riqueza potencial que se puede hacer patente en la creatividad.
La puesta en escena de las ideas de los componentes del grupo, permite a los integrantes conocer otras formas de pensar que ayudan a disminuir la posible rigidez de ideas en el individuo.
El trabajo en grupo, obliga pues, a pensar en la opinión de los demás y por lo tanto, entrena en el ejercicio mental de ponerse en lugar de los otros.
El trabajo en grupo se cimienta en aprovechar las capacidades de cada integrante del equipo para crear, una, varias o muchas ideas y ejecutarlas. Hasta 1950, la psicología no se había preocupado por la creatividad en los grupos.
A partir de 1960, se desarrollan investigaciones en Estados Unidos y Europa, dirigidas a buscar la relación entre la inteligencia y la creatividad. De esta forma, se ha llegado a descubrir importantes conocimientos sobre los procesos que intervienen en la creatividad de los grupos.
Tales investigaciones han puesto al descubierto elementos focales para descubrir las fuerzas interactivas que se movilizan en los grupos.
Me va a permitir el lector, que aplique algunos de éstos avances, a una realidad actual: un equipo de fútbol, de esta manera podremos ver, cómo la Psicología no es una entelequia que solo sirve para deshacer entuertos, sino que, además de esa virtud, favorece elementos positivos, para crear condiciones favorables para el equilibrio y la armonía en la sociedad.
Un equipo de fútbol, para su creatividad, tiene que combinar la homogeneidad y la heterogeneidad, un exceso de cualquiera de ellos puede reducir la creatividad en el campo de juego.
El equilibrio entre estos dos extremos, favorece la autoestima de todos, crea confianza de los públicos en su futuro (aún en las adversidades deportivas) y dan como resultado una defensa de las tesis del grupo, contra cualquier influencia externa.
Un equipo de fútbol, tiene que tener su líder, que será de manera programada o espontánea el responsable en gran parte de la actividad del grupo, pues será el que dirija la marcha del trabajo a realizar.
Un líder, puede ser autoritario, imponiendo sus normas y no dando opción a que se expresen los demás. Este comportamiento provoca en los elementos del equipo crispación y agresividad, que se traducirá en falta de entusiasmo, rechazo hacia la actividad y, por lo tanto, la creatividad será prácticamente nula.
Una segunda forma de actuar del líder, es la democrática, la cual se desarrolla en un ambiente organizado y favorable para la expresión de las ideas. Este ambiente permite el desarrollo de la creatividad, la colaboración, la responsabilidad de los componentes del equipo y aprovechar todas las capacidades del grupo para los objetivos que se marcan el equipo y su líder.
Y el tercer elemento a valorar es la creatividad de un equipo versus otro equipo. En el deporte, todo se compara, todo se clasifica. La tabla de clasificación es un reflejo de las cualidades y la creatividad de cada equipo. Ese examen semanal puede producir en el grupo deportivo, cuando se va abajo de la tabla, desasosiego, estrés e improvisación.
La Psicología ha avanzado que el trabajo comparado de los grupos que después será contrastado con el resultado del trabajo de otro (a pesar de las coyunturas difíciles), produce en el grupo una cohesión entre los integrantes del mismo para supervivir y, a mayores, para avanzar en la lucha comparativa con los otros equipos.
No quiero yo dar lecciones a nadie, no es mi estilo, pero a juzgar por los últimos resultados, el “Recre” ha encontrado la cohesión, el ánimo y la autoestima colectiva del grupo.