Inteligencia Emocional. Hace bastantes años, en 1995 se publicó un libro con ese título. Poco tiempo después era un super-ventas mundial, y su creador , Daniel Goleman, pasó a ser considerado un especialista en la materia.
Pero resulta que esto de la inteligencia sensible no se lo había inventado él, sino más bien John Mayer y Peter Salovery, que la exponían como una capacidad (por ende , entrenable, adquirible), al tiempo que Goleman proponía un modelo mixto en el que el intelecto sensible se mezclaba con cambiantes de personalidad, lo que no la haría tan entrenable como vista desde la otra forma.
Desde un punto de vista de capacidad entrenable, podríamos considerar 4 peculiaridades de la Sabiduría Sensible :
Índice de contenido
1.- Percibir y expresar las emociones
o sea , reconocerlas responsablemente , identificarlas, ser capaces de proporcionarles una etiqueta verbal; sea en el momento en que las sienten otros, nosotros mismos , o en ambos casos (hay personas muy autoconscientes que son inútiles de reconocer conmuevas extrañas , y al reves ).
Esto de ponerle una etiqueta a la emoción resulta imprescindible para lograr entenderla y también identificarla otro día. Si no sé lo que siento, siempre y en todo momento precisaré realizar todo el proceso de reconocimiento.
Etiquetar el mundo , a riesgo de reducirlo y limitarlo en demasía, nos posibilita la supervivencia y el reaccionar, tal como la transmisión del conocimiento. Si tenemos la posibilidad de identificar una emoción con una palabra, vamos a poder charlar de esa emoción con otra gente , enriqueceremos nuestra definición con la suya, ampliaremos nuestra vivencia , y seguramente en otra ocasión la reconoceremos más de forma rápida.
Además de esto , cuando nombramos los sentimientos, les damos permiso para existir, y prevenimos, por tanto , que se nos oculten en la sombra.
2.- Facilitación Emocional
es la aptitud de producir sentimientos que faciliten el pensamiento. Durante años he oído que los mayores primero pensamos (p. ej, adelantamos ocasiones ), luego sentimos (ansiedad, tristeza, temor , alegría, impaciencia…) y por último hacemos (o eludimos hacer ).
Recientemente leí que los niños muy pequeños funcionan justo al revés , primero hacen (juegan, experimentan, comprueban ), luego sienten (exitación , mal , frustración, etcétera .) y finalmente opínan.
Aquí vendría el ingrediente verbal, la etiqueta, ya que acostumbramos a meditar en expresiones , y, como decía antes, la etiqueta es importante para poder organizar y adivinar el mundo.
Controlar nuestras conmuevas y hacerlas marchar para facilitar los pensamientos que nos importa tener (por ejemplo : motivadores, prudentes , etc .) nos irá a ayudar a conseguir los objetivos que deseamos.
Cuán diferente es pensar “no puedo”, “estoy agotado ”, “no lo conseguiré ”, que pensar “ayer pude, el día de hoy podré asimismo ”, “me he caído pero sé de qué manera levantarme”, “si conseguí estudiar a caminar, si bien tardé un año, de qué manera no voy a estudiar esto, solo llevo tres semanas, voy a seguir llevando a la práctica ”.
Las conmuevas positivas nos van a ayudar a tener estos pensamientos con mucho más sencillez que las emociones negativas.
Sería una forma de fusionar pensamiento y emoción para generar un pensamiento mucho más adaptado , práctico, de conformidad con los objetivos y deseos que hemos elegido.
3.- Comprensión Emocional
implica integrar lo que sentimos en nuestro pensamiento y comprender considerar la complejidad de los cambios sentimentales. Suele ser más simple observarse y comprenderse , y después extrapolar este estudio a el resto para ser empáticos.
Así , es mucho más simple hacerse a la iniciativa del sufrimiento de una madre cuando se es madre, o rememorar lo incómodo y aplastante que resulta una gastroenteritis cuando pasaste por una. Y aún de este modo , no todo el planeta siente lo mismo en las mismas circunstancias, y también es esencial tener esto en cuenta en el momento en que dialogamos sobre las emociones con el resto.
4.- Regulación Emocional
Regentar y manejar las conmuevas , moderarlas, sean situaciones positivas o negativas. Se considera la capacidad mucho más bien difícil de adquirir y radica en evitar respuestas descontroladas en casos de furia , provocación o miedo, pero asimismo en no dejarse llevar por las conmuevas positivas, como la euforia.
Un individuo bien regulada emocionalmente va a ser con la capacidad de no dejarse llevar por el primer impulso, sopesar las ocasiones aún sintiéndose muy atraído por ellas, y tomar resoluciones prudentes y meditadas.