El bullying físico es el más frecuente de los casos de acoso y se presenta mayormente entre hombres. Incluye maltrato y situaciones como riñas, peleas, golpes, zancadillas, hurtos o actos que sean dañinos y que generen irritación y posible presión y depresión, inseguridad, vulnerabilidad y miedo en la persona perjudicada.
Reúne cualquier acción a nivel corporal en el que se hace uso de los empujones, las patadas, daños de las pertenencias de la persona, encierro, etc. Con el paso de los años, si el bullying físico continúa, las agresiones son mucho más violentas y peligrosas, pues suponen en un alto nivel de riesgo y amenaza para la integridad física de la víctima, pues tienen una intencionalidad con fines más fuertes y específicos.
Los ambientes a los que se ven expuestos habitualmente los niños (principalmente), los han llevado a pensar que la agresión física es algo común y que es el único mecanismo de solución de conflictos. Esta idea, errónea por supuesto, se fortalece cuando los responsables de ellos, aceptan y aprueban este tipo de conductas. Además de los medios de comunicación, que no son limitados ni restringidos por los quienes están a cargo.
¿Cómo aparece?
La evolución y el desarrollo que toma el bullying físico, inicia con miradas en las que se desafíe a alguien, mostrando indicios de provocar la situación. Posteriormente inician las agresiones que inicialmente no son graves pero propiciarán las otras. Estas, constan de empujones al caminar o tirar sus pertenencias. Y finalmente las golpizas que pueden ser entre uno o varios individuos, donde la víctima termina con fracturas en el cuerpo, pérdida de sus dientes y en algunos casos, llega a ocasionar la muerte.
Medidas que debemos tomar
En ocasiones los casos no sólo se evolucionan por temor e inseguridad en las víctimas, sino porque también los acudientes y demás adultos a quienes les son expuestas las situaciones, hacen caso omiso de ellas o simplemente, no les dan la importancia que requiere.
¿Cómo saber cuando hay bullying físico?
Ante cualquier indicio de esta situación se debe actuar. La clave es la comunicación, el habla y la escucha para tomar una decisión y luego, acoger las medidas necesarias para detener el acoso y las consecuencias tan graves que el bullying, de forma general, ocasiona. Los observadores y testigos del bullying, las directivas, los profesores, los padres y las víctimas pueden tomar las medidas pertinentes para detener el abuso.
Algunas señales presentes en la víctima del bullying físico, son:
- La víctima se abstiene de visitar determinado lugar (donde se encontrará al agresor)
- Hay una decadencia en cuanto al rendimiento en el lugar de estudio
- Constantemente se le ve triste, incluye la sensación de apatía
- En clase se ve distanciado de los compañeros y no es acogido para los trabajos grupales
- Regresa a casa o a clase con heridas y golpes en las zonas visibles
- Cuando participa en clase se muestra nervioso
Esto, entre otros indicadores.
Es importante mantener ambientes adecuados, pacíficos y estables para el buen desarrollo de las relaciones interpersonales y el crecimiento personal en cualquier tipo de entorno. Ante ningún motivo se deben ignorar situaciones en las que los derechos se vean afectados o en riesgo, así como tampoco deben estar en peligro la integridad física y moral de las personas.