Antes de empezar, es importante dejar en claro que los casos de acoso escolar no sólo involucran al agresor y la víctima, sino que también comprometen a su entorno, es decir, al cuerpo docente, los padres de familia, amigos y testigos o espectadores de la situación. Sabiendo esto, será entonces necesario que comprendamos que cada sector es importante.
Prevenciones y recomendaciones para el acoso escolar
Prevenir los casos de acoso escolar, es posible y para contrastar esto, a continuación presentamos una guía sumamente útil para docentes, padres, alumnos y allegados que podrán seguir para evitar a toda costa este tipo de actuaciones que a gran escala provocan consecuencias fatales:
- La familia es fundamental para el desarrollo del carácter y la personalidad del niño. Su apoyo y confianza permitirán que el niño no sea propenso a enfrentar un caso de este tipo y le permitirán desahogarse en caso de que suceda, pues tiene seguridad y confianza porque lo respalda su familia.
- Las buenas relaciones interpersonales en el lugar donde pasan gran parte de sus vidas, es decir, la escuela, es vital para su desarrollo. Por ello, es necesario que se fijen reglas sobre la conducta con los compañeros que deben seguirse.
- Enseñar e incorporar valores es de vital importancia para la relación y el desarrollo del niño, tales como la tolerancia, el respeto el uno por el otro, la igualdad y la equidad ayudarán en la prevención del acoso escolar y para toda su vida.
- Debemos tener cuidado para evitar caer en la sobreprotección, ya que esto genera inseguridad en el niño y permite un impacto en los casos de acoso escolar grave.
- Establecer límites es otra parte importante. No permitir ni admitir conductas inapropiadas como agresividad, brusquedad, groserías y demás, le harán saber al niño que toda acción contrae una consecuencia. Se debe tener mucho cuidado de no sobrepasar los límites del autoritarismo y la condescendencia.
- Desde muy pequeños es necesario adoptar la comunicación como único mecanismo de resolución de conflictos. Un buen diálogo, donde el niño también pueda exponer sus ideas y hablar de sus sentimientos, no dará paso al acoso escolar y se construirá correctamente como persona.